Por Dra. Judith Vila especialista en Neuropediatría
Palabras clave principales: psicomotricidad, desarrollo psicomotor, neurodesarrollo, habilidades motoras.
¿Qué es la psicomotricidad y por qué es tan importante?
La psicomotricidad es una disciplina que estudia la interacción entre las funciones cognitivas, emocionales y motoras del ser humano. En otras palabras, analiza cómo el movimiento del cuerpo está directamente relacionado con el pensamiento, las emociones y la conducta, especialmente durante la infancia.
Durante los primeros años de vida, el desarrollo psicomotor es fundamental, ya que sienta las bases del aprendizaje, la autonomía, la comunicación y la socialización. Estimular la psicomotricidad desde edades tempranas mejora la coordinación, el equilibrio, la percepción corporal y la capacidad de adaptarse al entorno.
Tipos de psicomotricidad: fina y gruesa
Es importante diferenciar entre dos aspectos fundamentales del desarrollo psicomotor:
- Psicomotricidad gruesa
Se refiere a los movimientos amplios que implican grandes grupos musculares. Incluye habilidades como correr, saltar, trepar, lanzar o mantener el equilibrio.
- Psicomotricidad fina
Está relacionada con movimientos más precisos y delicados, como manipular objetos pequeños, escribir, abotonarse o usar cubiertos. Es clave para el desarrollo académico.
Beneficios de la psicomotricidad en niños
El trabajo psicomotor en la infancia tiene múltiples beneficios para el desarrollo integral del niño:
- Favorece el desarrollo neurológico y sensorial.
- Mejora la coordinación motora y la lateralidad.
- Estimula la concentración y la atención.
- Refuerza la autoestima y la autonomía.
- Contribuye al control emocional y la regulación de la conducta.
- Facilita el aprendizaje de la lectura y la escritura.
Dato importante: un retraso en el desarrollo psicomotor puede ser un indicio de otros trastornos del neurodesarrollo como Parálisis cerebral, trastornos del espectro autista, TDAH o dificultades del aprendizaje.
¿Cuándo se debe estimular la psicomotricidad?
La estimulación psicomotriz debe comenzar desde los primeros meses de vida, a través del juego, la exploración y el movimiento libre. Cuanto antes se empiece, mejores serán los resultados a largo plazo.
Las etapas clave son:
- De 0 a 2 años: gateo, bipedestación, primeros pasos, manipulación de objetos.
- De 2 a 5 años: correr, saltar, dibujar, construir, jugar con pelotas o instrumentos.
- Edad escolar: escribir, recortar, seguir secuencias de movimientos y practicar deportes.
¿Qué señales tempranas indican un retraso psicomotor?
Algunas señales de alarma en el desarrollo psicomotor incluyen:
- No mantener la cabeza firme después de los 4 meses.
- No gatear o caminar en los tiempos esperados.
- Utilizar preferentemente un hemicuerpo o alcanzar la dominancia lateral manual antes de los 5 años de edad.
- Dificultades en la marcha. Torpeza al correr, subir escaleras o lanzar objetos.
- Dificultades en la motricidad fina (como tomar un lápiz o usar cubiertos).
- Evitar juegos de movimiento o mostrar poca iniciativa motriz.
Si notas alguno de estos signos, lo recomendable es acudir a un neuropediatra o médico rehabilitador para una evaluación especializada.
¿Cómo estimular la psicomotricidad en casa?
Existen muchas actividades que puedes realizar para estimular la psicomotricidad de tu hijo:
- Juegos al aire libre: correr, trepar, lanzar pelotas, andar en bicicleta.
- Actividades artísticas: pintar con los dedos, recortar, modelar plastilina.
- Juegos de construcción y encaje.
- Bailes, canciones con movimientos y circuitos caseros.
- Ejercicios de equilibrio sobre una línea recta o cojines.
Lo más importante es que estas actividades se realicen en un ambiente seguro, libre y divertido.
Conclusión
La psicomotricidad es un pilar fundamental del desarrollo infantil. No solo favorece el crecimiento físico, sino que está profundamente relacionada con el aprendizaje, las emociones y la adaptación social del niño.
Como neuropediatra, recomiendo a padres y educadores prestar atención al desarrollo psicomotor desde los primeros meses de vida. Un niño que se mueve, juega y explora es un niño que aprende.
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