Estrategias para Manejar la Hiperactividad

La hiperactividad en la infancia es una condición que puede afectar el comportamiento, la concentración y las relaciones sociales de los niños. Si bien es común que los niños sean activos y enérgicos, cuando esta conducta interfiere de forma significativa en su desarrollo diario, es importante aplicar estrategias adecuadas para ayudarles a canalizar su energía y mejorar su autorregulación.

¿Qué es la Hiperactividad?

La hiperactividad es uno de los síntomas principales del Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH), aunque también puede manifestarse sin estar asociado a un diagnóstico clínico. Se caracteriza por:

  • Necesidad de movimiento constante o impulsivo.
  • Dificultad para permanecer tranquilo en una actividad académica o recreativa.
  • Interrupciones frecuentes en el habla de otros.
  • Tendencia a actuar sin pensar.
  • Habla en exceso

Estrategias Efectivas para Padres y Educadores

1. Establecer Rutinas Claras

  • Las rutinas estructuradas dan seguridad al niño.
  • Organiza horarios fijos para dormir, comer, estudiar y jugar.

2. Crear un Entorno Ordenado y Predecible

  • Reduce estímulos innecesarios en el entorno (ruidos, pantallas, desorden).
  • Ofrece instrucciones claras, breves y concretas.

3. Fomentar la Actividad Física Regular

  • Canaliza su energía con deportes, caminatas o juegos al aire libre.
  • El ejercicio mejora la concentración y regula el estado de ánimo.

4. Dividir las Tareas en Pasos Cortos

  • Evita sobrecargar al niño con instrucciones largas.
  • Utiliza listas o pictogramas para organizar actividades.

5. Reforzamiento Positivo

  • Premia los comportamientos adecuados con elogios o recompensas simples.
  • Enfócate más en los logros que en los errores.

6. Enseñar Técnicas de Relajación

  • Respiración profunda, yoga infantil o momentos de silencio pueden ayudar.
  • Estas herramientas promueven el autocontrol.

7. Supervisión y Apoyo Constante

  • Acompaña en la realización de tareas escolares.
  • Mantén una comunicación fluida con los docentes y cuidadores.

Cuándo Consultar a un Especialista

Si las conductas hiperactivas persisten de forma intensa, afectan el rendimiento escolar o generan conflictos sociales, es recomendable una valoración por un neuropediatra, psiquiatra y psicólogo infantil. El diagnóstico temprano permite ofrecer apoyos específicos como terapia conductual o acompañamiento psicopedagógico.

Conclusión

Manejar la hiperactividad en los niños requiere paciencia, comprensión y estrategias consistentes. Con el acompañamiento adecuado, los niños pueden desarrollar habilidades de autorregulación y aprovechar su energía de forma constructiva, mejorando su calidad de vida y la de su entorno familiar y escolar.

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